El Este y el Oeste de Europa continúan sin entenderse
¿Es este el tipo de Europa que soñaron sus padres fundadores? – pregunta Michel LOUYOT
¿Cómo podría Hungría olvidar que el Tratado de Trianón le despojó de dos tercios de su territorio? ¿Cómo pueden olvidar los checos que fueron entregaron a Hitler en 1938 sin la oposición de Francia e Inglaterra? ¿Cómo podrían olvidar los polacos que fueron abandonados un año después y entregados a dos monstruos que recién acababan de hacer celebrar un pacto? Las heridas no han cicatrizado del todo y hoy en día estos países no soportan las amonestaciones por parte de aquellos a quienes consideran, probablemente de forma equivocada, como partidarios del eurobolchevismo.
Estos son los sentimientos de algunos habitantes del Este de nuestro continente, nos guste o no. Por lo tanto, valdría la pena que prestáramos más atención a estos puntos de vista divergentes.
El fascismo y el nazismo eran los espíritus malignos de Occidente. Esto explica por qué nuestras élites intelectuales han tenido durante mucho tiempo predilección por el comunismo. „Aquellos que no piensan como nosotros son fascistas”. Esta predilección todavía persiste. Se mete en el mismo saco a conservadores, extremistas, tradicionalistas y patriotas. De este modo, se ven abocados a la desesperación.
En la Europa Central y Oriental el comunismo era el espíritu maligno. El vacío dejado por su desaparición fue llenado por la religión y el patriotismo. Un patriotismo, del que puede surgir el „hedor del nacionalismo”. Pero, ¿es nuestro papel dictar órdenes ejecutivas, o debe cada nación encontrar su propio camino hacia la democracia? ¿Es este el tipo de Europa que soñaron sus padres fundadores?
El debate está abierto. ¿Qué mejor lugar que Estrasburgo para reflexionar sobre las relaciones entre los pueblos de Europa?
Michel Louyot