Andrzej DUDA: El ataque a Wieluń fue, a la vez, un crimen de guerra y ataque terrorista

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Andrzej DUDA

Presidente de la República de Polonia

Ryc.Fabien Clairefond

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80 años más tarde el Presidente de la República de Polonia Andrzej Duda escribe sobre ese día.

Al amanecer del 1 de septiembre de 1939, comenzó el capítulo más trágico en la historia humana. El ataque aéreo a la ciudad polaca de Wieluń, que no poseía presencia militar, dio inicio al asalto del Tercer Reich alemán a la República de Polonia. Más de 2.000 civiles indefensos perdieron su vida por culpa de las bombas, ametralladoras y el fuego. Casi toda la ciudad fue aniquilada, incluidos el hospital de la Cruz Roja, la iglesia católica y la sinagoga. Al mismo tiempo, el acorazado “Schleswig-Holstein” comenzó a disparar a la instalación militar polaca en Gdańsk-Westerplatte y las formaciones terrestres alemanas ingresaron al territorio de Polonia.

El ataque a Wieluń fue, a la vez, un crimen de guerra y ataque terrorista. Dio comienzo a la guerra mundial total, en la que se pisotearon todas las normas morales y legales, en la que por primera vez en la historia se produjeron la destrucción total de los recursos del adversario, así como la exterminación de civiles. Esta guerra costó la vida de 80 millones de personas, incluidos seis millones de ciudadanos polacos, de los cuales, cerca de tres millones eran judíos polacos. Hasta hoy en día, es difícil describir la inmensidad del sufrimiento físico y psíquico, además del saqueo y la destrucción en el ámbito de la cultura, el arte, la ciencia y economía.

La táctica alemana de la guerra relámpago y la agresión a Polonia desde el Este, por parte del aliado formal de la Alemania nazi que, en aquel entonces, era la Rusia soviética, sellaron el destino de mi Patria. Después de cinco semanas de intensos combates, se encontró bajo la ocupación de dos regímenes totalitarios criminales, cuyos símbolos eran el campo de concentración nazi alemán Auschwitz-Birkenau y los gulags, los devastadores campos de trabajo soviéticos en Siberia.

Sin embargo, los patriotas polacos se acordaron de las palabras de uno de sus heroes nacionales, Józef Piłsudski: ser vencido y no ceder es una victoria. Ya en septiembre de 1939, comenzamos a crear estructuras del Estado Secreto Polaco: el parlamento, el gobierno en el exilio, el poder judicial e instituciones educativas y humanitarias tales como: el Consejo de Ayuda a los Judíos en la Delegación del Gobierno de la República de Polonia (que facilitaba a los polacos ayudar a sus conciudadanos judíos condenados al exterminio, a pesar de la amenaza de la pena capital por prestar tal ayuda). El brazo armado de ese “estado invisible”, el Ejército Nacional, fue el movimiento de resistencia más numeroso y combativo en la Europa ocupada. En el año 1944, contaba con cerca de 390 mil soldados.

Los polacos luchaban contra los alemanes desde la noruega Narvic hasta la libia Tobruk, desde Monte Cassino, en Italia, hasta la victoriosa Batalla de Berlín. Nuestros pilotos lucharon en la Batalla de Inglaterra, los marineros cubrían el desembarco de Normandía, mientras que las formaciones blindadas y paracaidistas polacas liberaron, entre otros, a Holanda y Bélgica. 

Una importante contribución en esa noble lucha la tuvieron también los estadounidenses de ascendencia polaca, tanto como voluntarios en las filas del Ejército de Estados Únidos como en las Fuerzas Armadas Polacas en el frente occidental, así como apoyando de forma material a nuestras tropas en Europa y a los prisioneros de guerra polacos.

El citado pensamiento de Piłsudski tiene su continuación: vencer y dormir en los laureles es una derrota. Ochenta años después del estallido de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad de estados del mundo libre ha de permanecer unida frente al propósito de la construcción de un orden de seguridad permanente, basada en el respeto real de los derechos humanos y de las naciones. Quisiera asegurarles que Polonia, recordando su experiencia en tiempos de guerra, está y seguirá empeñada en esta obra, con una coherencia y firmeza inquebrantables.

Andrzej Duda

Material protegido por los derechos de autor. Queda prohibida su distribución salvo permiso explícito de la editorial. 30/08/2019