Yves HENRY: Chopin en Nohant. Pasado, presente y futuro

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Yves HENRY

Pianista, director del Festival Chopin de Nohant en el Domaine George Sand em Nohant (finca de George Sand).

Ryc. Fabien CLAIREFOND

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El 24 de junio de 2023, Marie Lavandier, presidenta del Centre des monuments nationaux, y Artur Szklener, director del Instituto Nacional Fryderyk Chopin, firmaron un acuerdo de cooperación entre la finca de George Sand y la casa familiar de Chopin en Żelazowa Wola – escribe Yves HENRY

Pasado

.Es 1 de junio de 1839. Estamos en Nohant, en la región de Berry. Frédéric Chopin cruza por primera vez la puerta del parque de la finca familiar de George Sand, con un tiempo soleado y suave, como suele ser habitual en esta región del centro de Francia a principios de junio. Aquí termina el viaje iniciado siete meses atrás con una excursión a Mallorca, donde su estancia juntos puso a prueba la salud del compositor. Este día, sin embargo, se abre un nuevo capítulo para Chopin; parece que el compositor vuelve a la vida. El 2 de junio, al día siguiente de su llegada, escribe a un amigo, Albert Grzymała: “Pues ya estamos aquí después de una semana de viaje. Hemos llegado a casa y todo es estupendo. El campo está muy hermoso; ruiseñores, alondras, solo faltas tú, Pájaro (…)”. George Sand, por su parte, exultante de que Frédéric recupere su vitalidad, se lo confía por carta a la condesa Marliani: “Ven a verme, querida amiga, puesto que yo no puedo ir a visitarte. Métele prisa al viejo Grzymała, su llegada aquí es esencial para que su protegido recupere la salud –quien, por cierto, está haciendo excelentes progresos en Nohant y todo está finalmente a su favor. Tiene un piano precioso y nos deleita con su música de la mañana a la noche (…)”. De hecho, George Sand se encargó de traer hasta Nohant desde París una de los pianos Pleyel favoritos de Chopin, y lo colocó en la habitación que este ocupaba en el primer piso de la casa, con vistas al parque a través de unos grandes ventanales.

Dos meses más tarde, Chopin se encuentra ya en plena fiebre creativa y dirige una carta a su fiel secretario, Julian Fontana, en la que leemos: “Estoy aquí escribiendo la Sonata Si b mineur, en la que estará mi marcha, que ya conoces. Hay un Allegro después un Scherzo mi b mineur, una marcha y un breve final, tal vez 3 páginas mías; la mano izquierda unisono con la derecha discuten después de la marcha. Tengo un nuevo Notturno G-dur, que acompaña al g-moll, si recuerdas. Sabes que tengo 4 nuevas Mazurkas: una e-moll de Palma, de aquí tengo 3, H-dur, As-dur y cis-moll, creo que hermosos, como los niños más pequeños cuando sus padres se empiezan a hacer mayores”.

Al leer estas frases, podemos sentir lo feliz que está Chopin de haber encontrado por fin un lugar para sí mismo en el que puedan expresarse sus fuerzas creativas. Aquí, en este rincón de Francia, Chopin se encuentra rápidamente a sí mismo, componiendo numerosas obras maestras ya durante su primera estancia. Concluye la Sonata op. 35, Impromptu op. 36, Nocturno op. 37, tercer Scherzo op. 39, tres Études op. posth. para la publicación del Méthode des méthodes de Moscheles, y las Mazurkas op. 41. Las seis estancias restantes de Chopin en Nohant en los años siguientes, hasta 1846, serían igualmente prolíficas, y puede decirse sin exagerar que en la finca de George Sand el compositor creó lo más importante y sin duda lo mejor de su obra. Ella misma, además, se preocupaba de proporcionarle el entorno ideal para componer, incluso revistió la puerta de su habitación para que los ruidos de la casa le molestaran lo menos posible.

Durante sus largas estancias en Nohant, generalmente de abril a noviembre, no solo la composición determinaba el ritmo de la existencia de Chopin. También la vida familiar, cuya regularidad era una completa contradicción con la vida en la capital. En París, Chopin pasaba el tiempo dando clases, yendo a la ópera o simplemente dejando pasar el tiempo, mientras que en Nohant, los períodos de trabajo se intercalan con actividades de naturaleza variada: paseos y exploración de los alrededores, especialmente de la cercana región de Creuse; visitas a amigos, como el Dr. Papet en su finca de la cercana Ars, con quien Chopin entablaría amistad y de quien diría que “era el único que sabía cómo tratarme”; celebraciones y fiestas locales, como la boda en el castillo de Sarzay, a pocos kilómetros de Nohant, durante la cual Chopin escucha melodías de la región de Berry tocadas con gaita y zanfona, de las que anota algunas líneas, recordando sin duda la música folclórica polaca que había escuchado durante su adolescencia; partidas de billar jugadas con Hippolyte Chatiron, hermanastro de George Sand; representaciones de teatro de marionetas desde detrás de las sillas del comedor con las que Chopin entretenía a los niños; y sobre todo las visitas de los entrañables amigos que George Sand trajo consigo, enviando decenas de cartas en las que explicaba lo fácil y rápido que era llegar a Nohant (¡aunqu en realidad no era tan fácil ni tan rápido!)). El pintor Eugène Delacroix visitó a Chopin en Nohant tres veces: en junio de 1842, julio de 1843 y agosto de 1846. En 1843, la presencia en la finca de George Sand de la hija de la cantante, Pauline Viardot, inspiró probablemente al compositor la escritura de la famosa Berceuse. El verano de 1844 está marcado por las visitas a Nohant de la hermana de Chopin, Ludwika Jędrzejewicz, y de su marido, a quienes echa de menos ya en septiembre, escribiendo: “Querida. (…) Queda más de ti en mi habitación, sobre la mesa yace tu bordado de aquella zapatilla, envuelto [¡sic!] en papel de seda inglés, y sobre el piano el pequeño lápiz que llevabas con tu pequeño cuaderno, y que me resulta muy útil”. La última estancia de Chopin en Nohant fue en el verano de 1846. Al año siguiente rompe con George Sand y no vuelve nunca más a su casa.

George Sand muere en 1876 en Nohant, en una habitación adyacente a la que antes ocupara Chopin, pero previamente dividida en dos habitaciones tras la separación, para que nadie más pudiera ocuparla en el futuro. Se decía que deseaba eliminar de su casa cualquier recuerdo de Chopin. Sin embargo, creo que fue todo lo contrario: al hacerlo, en cierto modo santificó este lugar tan importante históricamente para las obras del compositor.

Presente

.En el siglo XX, la finca de Nohant fue habitada por las dos nietas de George Sand. Primero Gabrielle, y tras su muerte, en 1909, Aurore, que se ocupó de cultivar la memoria de su abuela, pero también la de Chopin, especialmente en 1949, el centenario de su muerte. Entonces se organizaron varios conciertos en la finca. Tras la muerte de Aurore en 1961, la casa pasó a ser propiedad del Estado, que la gestiona a través del Centre des monuments nationaux. Es una de las 120 fincas más importantes y mejor cuidadas del Estado francés. Se ha preservado la autenticidad del lugar y se ha otorgado al parque la etiquetade “Jardin remarquable”.

En 1966, el pianista Aldo Ciccolini, italiano de nacimiento pero residente durante muchos años en Francia, donde adquirió la nacionalidad, ganador del concurso Marguerite Long en 1949, invitado por la organización Jeunesses Musicales de France, dio dos conciertos en el patio del antiguo aprisco de la finca de George Sand en Nohant. Uno estaba dedicado a Chopin, el otro a Liszt. Debido a la tormenta, se decidió trasladar el piano al interior del aprisco. Es fácil imaginar cómo eran las condiciones durante estos conciertos: un suelo de tierra batida, meros bancos para el público… Pero la magia funcionó, y ambos conciertos inolvidables dieron lugar al festival llamado Fêtes romantiques de Nohant, por el que han pasado desde entonces artistas de la talla de Byron Janis, Alexis Weissenberg, Claudio Arrau, Jorge Bolet, Arthur Rubinstein, Elisabeth Schwarzkopf, Yehudi Menuhin, Gidon Kremer, Martha Argerich, Krystian Zimerman, Arkadij Wołodos, Jewgienij Kisin, Nikita Magaloff, Julianna Awdiejewa, Rafał Blechacz y muchos otros.

Inspirado por la asociación Musique au Pays de George Sand, organizadora del festival, el bicentenario del nacimiento de Chopin en 2010 fue una oportunidad para honrar al compositor también en Nohant. Esta celebración no estuvo exenta de acontecimientos simbólicos, como la adaptación por el Centre des monuments nationaux del antiguo aprisco a las necesidades del público moderno y su denominación como Auditorio Fryderyk Chopin; la erección de un busto del compositor, regalo del Estado polaco; la organización, en colaboración con la Société de Chopin de París, del acontecimiento único llamado “Bon anniversaire, Monsieur Chopin”, honrado con la interpretación completa, durante un fin de semana, de todas las obras para piano de Chopin por 60 pianistas, que actuaron tanto en la Salle Pleyel de París como en Le Tarmac de Berry. Estos conciertos fueron grabados por la televisión pública francesa. El conjunto se completó con la publicación del libro Les étés de Frédéric Chopin à Nohant, de 1839 à 1846, editado por Éditions du Patrimoine y el Centre des monuments nationaux, en el que se encuentra resumida la rica producción de esta excepcional semana.

Tras las celebraciones del bicentenario del nacimiento de Chopin, se decidió cambiar el nombre del festival por el de Nohant Festival Chopin para subrayar aún más el vínculo entre Nohant y el compositor.

Desde entonces, el programa Hors les murs del festival, cuyo objetivo es apoyar a los jóvenes músicos, incluye 35 conciertos, 25 de los cuales tienen lugar en la finca de George Sand. El Nohant Festival Chopin también gestiona una colección de pianos de época (entre los que se encuentran principalmente pleyels y erards) y organiza la Noche Chopin en el Castillo de Ars.

Chopin gana así cada año más espacio en Nohant, para deleite de numerosos melómanos.

Futuro

.El 24 de junio de 2023, Marie Lavandier, presidenta del Centre des monuments nationaux, y Artur Szklener, director del Instituto Nacional Fryderyk Chopin, firmaron un acuerdo de cooperación entre la finca de George Sand y la casa familiar de Chopin en Żelazowa Wola. Este acuerdo permitirá seguir desarrollando el Nohant Festival Chopin, pero también aportará nuevas iniciativas para promover el conocimiento de este excepcional genio de la música que, en la casa de la escritora en Nohant, encontró condiciones favorables para legar al mundo algunas de las partituras más bellas de la música romántica.

Entre las nuevas iniciativas, muchas recibirán probablemente una gran acogida por parte del público, como, por ejemplo, la reconstrucción digital de la habitación de Chopin. Las nuevas tecnologías resultan excelentes en este tipo de aplicaciones, y lo que era imposible hace tan solo unos años es ahora posible. Tener la posibilidad, gracias a un casco de realidad virtual en 3D, de visitar la casa de George Sand y descubrir la habitación de Chopin, como si el creador se encontrara en su interior componiendo en su pleyel sería algo extraordinario…

Además, dado que Chopin trabajaba en nuevas formas de notación –de las que se nutrió la siguiente generación de compositores, como Debussy, Fauré y Ravel en Francia, pero también Skriabin y Rachmaninowen Rusia y muchos otros–, parece oportuno crear, muy cerca de Nohant, un centro de encuentro europeo en torno al piano de la época romántica. El Castillo de Ars, situado a menos de un kilómetro de Nohant, propiedad en aquella época del Dr. Papet, amigo de George Sand y de Chopin, sería, por su situación y sus dimensiones, el lugar ideal para esta empresa. Este centro permitiría a los visitantes conocer la práctica instrumental histórica y la estética de la época, al tiempo que facilitaría el acceso de los jóvenes músicos a los pianos de época.

Por ahora son solo ideas, pero muestran hasta qué punto estos y otros proyectos similares pueden contribuir a dar a conocer la importancia en la obra de Chopin de este lugar único, que aún conserva una huella viva de su presencia y sigue cultivando el espíritu romántico.

Yves Henry

Material protegido por los derechos de autor. Queda prohibida su distribución salvo permiso explícito de la editorial. 03/09/2023