

Witold Pilecki - una de las personas más valientes del mundo
Si vamos a contarle al mundo sobre Polonia, sobre nosotros, nuestra identidad, nuestra historia y nuestros héroes polacos, no se nos puede olvidar contar esta historia.
.Hace un cuarto de siglo, el nombre de Witold Pilecki era desconocido incluso para la mayoría de los polacos. Hoy en día, es un héroe en Polonia y las calles se nombran con su apellido. Los jóvenes lo eligen a menudo como el patrón de sus escuelas o grupos escout. El aniversario de su muerte se celebra casi como un festivo nacional. Treinta años después de la caída de la dictadura comunista en Polonia y del fin de la dominación soviética en la Europa Central, Pilecki se convirtió en un símbolo del heroísmo y del patriotismo polacos.
El historiador británico, el profesor Michael Foot, calificó a Witold Pilecki como una de las seis personas más valientes del mundo que luchaban en la conspiración durante la Segunda Guerra Mundial. Un hombre que, siendo un soldado del ejército clandestino polaco, emprendió una misión especial para entrar en el campo alemán de Auschwitz para conocer la verdad sobre el destino de las miles de personas detenidas detrás de los alambres de púas, dijo después de años de torturas comunistas: „Auschwitz, en comparación con ellas, fue un jueguecito”. Estas palabras fueron pronunciadas por una persona que no solo había conocido el infierno del campo de concentración alemán, sino también la realidad sangrienta de las dos grandes guerras luchadas por los polacos: en 1919-1921 con los bolcheviques y en septiembre de 1939 con el agresor alemán.
Witold Pilecki nació a principios del siglo XX, el 13 de mayo de 1901. Era una época en la que Polonia no existía en el mapamundi. A finales del siglo XVIII, las tierras del estado polaco-lituano (incluida la zona de la actual Bielorrusia y Ucrania) fueron confiscadas y divididas por tres vecinos: Rusia, Austria y Prusia. Todo el siglo XIX es una serie de levantamientos armados emprendidos por generaciones de polacos, en los que participaron los antepasados de Witold Pilecki.
Sin embargo, fue la situación en la que los opresores de Polonia se enfrentaron entre sí en la Gran Guerra, en 1914, la que cambió la desfavorable situación geopolítica y la que utilizaron los polacos para conseguir la independencia después de 123 años de cautiverio.
La juventud de Witold Pilecki fue durante el período de reconstrucción del estado polaco. Al principio, los polacos tenían que luchar por casi cada parte de su frontera. Pilecki, como un joven de dieciocho años, luchó por Vilna. Luego, en 1920, junto con cientos de miles de soldados, participó en la detención del ejército bolchevique en su marcha hacia el oeste, que iba a terminar en el Atlántico. La defensa de Varsovia, conocida en Polonia como el Milagro del Vístula, no solo salvó al estado joven, sino que también frustró los planes de Lenin de proporcionar una fuente de ideología roja a Berlín y a París. Cuando llegó la anhelada paz, Witold abandonó su carrera militar y se hizo cargo de la propiedad familiar. Formó una familia. Nada predecía la tragedia que iba a suceder.
En septiembre de 1939, los vecinos agresivos, Alemania y Rusia, una vez más desearon dividir entre ellos las tierras polacas. El acuerdo de Hitler y Stalin y su asalto conjunto a Polonia (el efecto del Pacto Ribbentrop-Molotov) comenzó la Segunda Guerra Mundial. Pilecki fue al frente y de nuevo se puso a defender su patria. Sin embargo, treinta y cinco días de lucha sangrienta no salvaron al país. Los polacos no aceptaron la pérdida de su independencia y crearon un estado clandestino, un fenómeno a escala mundial. Las estructuras de la conspiración polaca funcionaban a pesar del terror siempre presente de la Gestapo alemana y del NKVD ruso. Por supuesto, Witold Pilecki estuvo entre los cientos de miles de miembros del movimiento de resistencia.
En septiembre de 1940, emprendió una misión extraordinaria. Se ofreció como voluntario para ser capturado libremente durante una redada llevada a cabo por los alemanes en Varsovia. De esta manera llegó al campo de concentración alemán en Auschwitz. Su tarea era reconocer las condiciones del campo. Un mes después, envió un informe a sus superiores. Con el número de prisionero 4859, permaneció detrás de los alambres durante dos años y siete meses. Durante ese tiempo, organizó en el campo la Unión de Organizaciones Militares clandestina, que reunía a más de cien personas en todos los comandos. Documentaba de manera meticulosa la sombría realidad del campo, pero amenazado con ser arrestado y ejecutado, decidió escapar.
Como fugitivo de Auschwitz, Pilecki tuvo que permanecer escondido, pero con un nombre falso regresó a las filas de la resistencia. El 1 de agosto de 1944, estalló el levantamiento en Varsovia, ciudad aterrorizada desde hacía cinco años por los alemanes. Cuando Stalin fue informado de la insurgencia polaca, paró al Ejército Rojo que iba hacia el oeste. Las tropas soviéticas se pararon en el banco del Vístula cerca de Varsovia y, durante 62 días de lucha injusta en las calles de la capital polaca, observaban de brazos cruzados el drama que se desarrollaba al otro lado del río. ¿El efecto? 200 000 muertos, más de medio millón de expulsados, una ciudad destruida en un 50%, templos profanados y arrasados, el centro de la ciudad completamente destruido. Varsovia. Entre los heroicos insurgentes que se encontraban en las barricadas, también estaba Witold Pilecki, quien después de las luchas, fue capturado y llevado al campo alemán de prisioneros.
Después de la guerra, llegó a Polonia, donde comenzó la ocupación soviética. Construyó una red de conspiradores en el país, gracias a lo cual proporcionaba a las autoridades polacas en Londres información sobre el progreso del comunismo y el terror comunista en Polonia. Sin embargo, fue arrestado y condenado a muerte tras ser torturado. La sentencia fue ejecutada el 25 de mayo de 1948, con un disparo en la parte posterior de la cabeza. La familia de Witold se enteró de ello cuarenta años después. Fue enterrado en una fosa clandestina en un lugar desconocido.
.La figura de Witold Pilecki se ha convertido en un símbolo. Los polacos en su historia ven la verdadera historia de su patria incluida en una biografía. Decisiones dramáticas, gloria y sufrimiento. El heroísmo condenado al olvido, hoy descubierto de nuevo. Todo eso es la razón de la inmensa fascinación por este personaje único. Pero también es una prueba de la rectitud de la creencia profundamente arraigada en el alma polaca: La verdad siempre gana.
Jarosław Szarek