Casa de la infancia de Chopin
«La casa de la juventud del destacado pianista se ubicaba dentro de las edificaciones de la Universidad de Varsovia. Logró superar todas las catástrofes de la historia y en la perspectiva de los próximos años se convertirá en el lugar de una memoria especial sobre él», escribe Jerzy MIZIOŁEK
Casi con detalle se aclaró la cuestión de lugares de residencia de la familia Chopin después de su mudanza de Żelazowa Wola a Varsovia en verano de 1810 cuando Fryderyk tenía apenas medio año. Una de sus direcciones fue la calle Krakowskie Przedmieście 411 (ahora 7), donde hoy se encuentra la Librería Científica Bolesław Prus. Persisten especulaciones sobre el tamaño y la decoración de lugar de su residencia en el ala izquierda, es decir del sur, del Palacio Sajón (la calle Krakowskie Przedmieście 413), después que se conservaron solo los cimientos y sótanos, hace poco destapados por un periodo corto y nuevamente cubiertos. Una gran cantidad de tinteros encontrada en los restos subterráneos del ala del sur del palacio enfrente del Hotel Victoria, cerca de la cruz papal, parece probar que Liceum Warszawskie [Bachillerato Varsoviano] donde enseñaba Nicolas Chopin tenía lugar en esa misma ala hasta 1817. Allí, en el segundo nivel, se supone que vivían los Chopin y dirigían su famosocentro de hospedaje para los estudiantes [pensja, leer: pensya] del liceum. De los Diarios de Fryderyk Skarbek nos enteramos que las ventanas de por lo menos una de las aulas del liceum daban al Parque de los Sajones. ¿Qué imagen podía verse desde las ventanas del piso en el que Fryderyk, bajo la supervisión de su madre Justyna, estaba conociendo el alma del piano? Seguramente, nunca lo sabremos. Entonces pensando en ese lugar sobre Chopin, nos queda mirar el azul del cielo y las coronas de los árboles del Parque Sajón, ya que las arcadas de la Tumba del Soldado Desconocido no recuerdan al pequeño Fryderyk: fueron construidas en los años 1838–1842.
La cuestión más importante es, sin embargo, la vida de los Chopin dentro de los muros de la Universidad de Varsovia donde vivieron desde el marzo de 1817 hasta el julio de 1827. Hasta 2010 esa cuestión no fue totalmente aclarada. Fueron los estudios minuciosos de los textos fuentes históricas y de las fuentes iconográficas llevados a cabo por el autor de estas palabras y por los trabajadores de Museo de la Universidad de Varsovia quienes aclararon la cuestión de forma definitiva. Los resultados de dichos estudios, a los que se siguen agregando nuevos elementos, fueron publicados en dos libros, en los folletos disponibles en varios idiomas y en una película titulada igual que uno de los libros mencionados: Chopin entre los artistas y estudiosos [Chopin wśród artystów i uczonych]
¿Qué se sabe entonces sobre el piso de los Chopin entre los muros de la universidad? ¿Y cómo se encontraba Fryderyk entre los profesores y estudiantes de Liceum Warszawskie y de la universidad? No cabe duda que la familia del profesor Nicolás Chopin se mudó a un piso totalmente nuevo en el edificio construido en los años 1815–1816. Entonces en la primavera de 1817, al momento del traslado del liceum al Palacio de Casimiro [Pałac Kazimierzowski], tenía que estar listo para la mudanza.
Numerosas informaciones sobre los siguientes años de vida del joven compositor en los muros del campus de la universidad y del liceum encontramos en sus cartas a Jana Białobłocki, el primer amigo cordial, fallecido por tuberculosis en 1828 y en los recuerdos de los hermanos Kolberg, Eustachy Marylski, Eugeniusz Skrodzki y Michalina Glogerowa. Marylski y Białobłocki vivían en la residencia de estudiantes de los Chopin, mientras que Skrodzki y los Kolberg eran sus vecinos en la universidad. Vivían en el edificio que anteriormente era el de la rectoría, en la misma entrada al edificio.
En la primera carta que se conservó, de 8 de septiembre de 1823, Fryderyk (de 13 años en aquel entonces) escribe sobre un encargo verdaderamente universitario que le fue confiado por Marylski, mucho mayor que él. Tenía que buscar la información «cuándo empiezan los cursos [en la Facultad de Derecho]». Después de haber hablado con Ignacy Zubelewicz, profesor de filosofía, con detalle y de forma concisa informó a Marylski sobre la cuestión que le interesaba. En la carta y en posdata a ella incluyó, además, las palabras: «Perdóname que escribo tan feo, que tengo prisa. […] No muestres a nadie esta carta, cualquiera diría que no sé escribir para nada, ni sé de política». Eugeniusz Skodzki, vecino de los Chopin que escribía bajo el seudónimo Wielisław, así caracterizó a Fryderyk joven: «Se movía de forma viva y rápida, en la conversación se veía su buen sentido de humor, un poco tajante».
24 de diciembre de 1825 r. Fryderyk así escribió a Białobłocki: «¡Nunca adivinarías de dónde sale esta carta!… ¿Pensarías que de la segunda puerta del pabellón del Palacio de Casimiro?». El pabellón mencionado del Palacio de Casimiro forma parte de las edificaciones universitarias, que se conservó hasta hoy y es llamado «de postrectoría»; vivían en él los profesores del Liceum Warszawskie y de la universidad, como también los rectores de ambas instituciones: Samuel Bogumił Linde y Wojciech Szweykowski. La vida de Chopin joven se entrelazaba con la vida de muchos profesores académicos destacados, de los que se hizo un conocido cercano, y con el tiempo amigo. En una de las cartas a Białobłocki escribió: «Y en cuanto a las noticias privadas, solo te puedo decir que el coronel Gutkowski en cuya casa me golpeé la piernita, murió; que Zubelewicz tiene hija; que Jarocki se casó en Podolia y se trajo la esposa nada más después de la boda; que el domingo, hoy hace una semana, estuve donde los Zamoyski donde estaban admirando casi toda la tarde-noche el eolipantalion de Długosz; Długosz vendió un eolipantalion a un tal Mniewski que se está casando ahora, el que estuvo antes donde la Señora Pruski y andaba vestido en la levita de algodón; que Kosiński murió; que a Woelke le nació una hija; que Domowicz ha estado hace poco en Varsovia, me mandó saludarte; que Zakrzewski está en Varsovia; que tengo una cajonera para las partituras; al final, que tengo zapatos con agujeros y por eso ando en otros [tipo de zapatos más rústicos – N. del T.]».
La Universidad de Varsovia estaba localizada en una antigua residencia real llamada Villa Regia; su mayor edificio era y sigue siendo hasta hoy el Palacio de Casimiro. Durante décadas, también en los tiempos de Chopin, el nombre Palacio de Casimiro, denominaba todo el complejo monumental; se usaba mucho también el término «cuartel de los “cadetes”», ya que en los años 1766–1793 fue lugar de la Escuela de Caballeros y sus estudiantes fueron llamados «cadetes». Todo el terreno era una finca aparte, a la que llevaba, construido en 1732, un portón de tres puertas coronado con un gran globo terráqueo de metal. Seguramente por esa esfera pintada de azul surgió el nombre «patio azul». Fryderyk mencionó ese nombre en la carta a Białobłocki de 12 de febrero de 1826. Bajó ese globo y a través de ese portón los Chopin entraron en marzo de 1817 al complejo universitario.
En el edificio al que se mudaron, vivían también el profesor de física Józef Karol Skrodzki y el profesor de sistemas métricos Julian Kolberg con sus familias. Oskar, uno de los hijos de Kolberg, así escribió en sus memorias: «Desde cuando nos trasladamos a Varsovia, nos mudamos a uno de los pabellones largos de dos niveles (en los llamados cuarteles de los cadetes, a la par de liceum, la biblioteca y la universidad). Nuestra vivienda de cuatro cuartos y la cocina se ubicaba en la planta baja, enfrente de nosotros (nos separaba el recibidor) vivía el poeta Brodziński y en el segundo nivel (entrando del mismo recibidor) Chopin, profesor de francés que hospedaba a los estudiantes y cuyo hijo ya en aquel entonces (en 1824) fue considerado un músico increíblemente dotado».
Oskar Kolberg volvió al tema de lugar de residencia de Chopin mucho después de la muerte de Fryderyk cuando ya era un compositor comúnmente reconocido y cuando cada hecho de su vida fue investigado a detalle. En 1877 a petición de uno de los investigadores Kolberg dibujó en un sobre el plano de todo el conjunto universitario, indicando el edificio postrectoría y la entrada que llevaba al piso de los Chopin. Ese dibujo esquemático, de la colección de la Biblioteca PAU en Cracovia, resuelve definitivamente el problema de cuál de los pabellones y de cuál de sus cuatro puertas se trata. Esa entrada tuvo suerte de conservarse hasta hoy, pero las escaleras, después ligeramente cambiados, terminan en el primer nivel.
No menos valioso es el recuerdo sobre ese lugar importante relacionado con Chopin del hermano de Oskar Kolberg, Wilhelm, quien iba a la misma clase en el liceum que el joven genio y después, en 1829, también a las clases particulares de inglés: «Me recuerdo con frecuencia, como si fuera ayer, de nuestros cuarteles de los cadetes y aquel pabellón largo a la par de liceum donde vivíamos, y los ensayos de Fryderyk en el piano, y nuestros [ejercicios –N. del T.] en el patio, la silueta del Chopin padre que por la tarde-noche llamaba desde su ventana del segundo piso a sus alumnos que jugaban la pelota abajo […]».
Una información complementaria sin precio sobre el piso de los Chopin es la medida hecha por Jan Trafiłowski que da la imagen de los planos de la planta baja y de ambos niveles del edificio de postrectoría. Entrando por la primera puerta del edificio, vivía el mencionado ya el profesor de zoología Feliks Paweł Jarocki con quien Fryderyk fue a Berlín en septiembre de 1828. Entrando por la segunda puerta del edificio, en el piso de lado izquierdo vivía el profesor Skrodzki con su hijo Eugeniusz y en el de lado derecho los Chopin; esa fue, lo más probable, una vivienda de cinco cuartos con una cocina, lo que permitía tener allí a varios estudiantes residentes. Cuatro ventanas de su piso daban al norte y tres al sur.
¿Y qué sabemos de la decoración del piso de los Chopin y sobre cómo era su vida diaria? La describió brevemente en sus memorias de 1825 Michalina Glogerowa: «El piso de los señores Chopin era de varios cuartos grandes con amueblado sencillo, pero que destacaban siempre por una limpieza extraordinaria y el orden amado por la señora Justyna Chopinowa, de soltera Krzyżanowska. En el cuarto de “ocio” estaban los muebles de caoba con tela de crin de rayas, tan común en todas las casas de recursos medios, en ciudades y aldeas en nuestro país. De otros objetos recuerdo solo un piano de cola muy largo, en el que Fryderyk de 15 años tocaba con poca frecuencia, tal vez porque, hoy creo eso, que sus padres no ricos no podían comprar un instrumento adecuado para el genio del gran maestro joven, demasiado caro en aquel entonces».
Sobre la vida cotidiana de los Chopin y sus residentes, información de valor sin precio agrega también Marylski: «No puedo mencionar esas personas respetables que eran el señor Mikołaj Chopin y su esposa sin agradecimiento. Los padres pueden tratar con igual atención a sus hijos. Nosotros éramos solo seis, siempre dormíamos en dos cuartos: en uno dormían tres y M.[ikołaj] Chopin, con otros tres el institutor. Junto conmigo en la finishing school de Chopin estaban: Tytus Wojciechowski, que vive hoy en Lubelskie; Karol Weltz, medio hermano de Tytus Wojciechowski; Michał Lisowski, ciudadano que vive hoy en Radomskie, y Wodziński […].
[Mikołaj] Chopin tenía una tabaquera de plata de forma de un león, la ponía en el escritorio. Nosotros por jugar, levantándonos más temprano que él, o muy tarde en la noche, inhalábamos el rapé. Si los alumnos de su clase hacían ruido, llamaba la atención con ese león y nosotros nos callábamos. Todos (quienes vivíamos en la residencia de estudiantes en la casa de Chopin) teníamos prohibidísimo salir a la calle solos. Nos sentábamos en la mesa con los señores Chopin y sus hijos, es decir, con Ludwika y Izabella, Emilia y Fryderyk, cuyo nombre se hizo famoso en todo el mundo artístico».
Últimamente se logró leer a profundidad un documento de 1817 no publicado hasta ahora: el protocolo del traspaso de la vivienda a Mikołaj Chopin, donde podemos leer, entre otros, sobre la puerta con herrajes de forma de una «S» que hasta hoy se conservaron en algunos cuartos del edificio de postrectoría. No será entonces difícil crear en esa vivienda de más de 115 metros cuadrados el museo de Chopin, tanto más que de ayuda nos sirve el dibujo de Antoni Kolberg que ilustra el cuarto de estar de los Chopin con los cuadros allí colgados. La restauración del edificio de postrectoría está avanzando y la conmemoración de Chopin en los muros de su antigua casa, planeado desde 2010, se está haciendo real. Aquí he el texto de ese documento sin precio:
En el segundo recibidor en la parte frontal, a la izquierda, la puerta simple con las bisagras en forma de «S» en dos ganchos con una cerradura, con manija y llave, al cuarto de frente que tiene una ventana con dos kwatera [formas rectangulares – N. del T.] con bisagritas, dos cerrojos y foreyba en el centro, dos szturmhak para mantener las kwatera, cada kwatera con dos grandes vidrios. El suelo pulido, las paredes y el techo blancos, dos puertas simples como la primera, una para el cuarto de frente, y segunda, para la cocina de atrás, en el segundo cuarto 2 ventanas de frente como la primera descrita, el suelo pulido, las paredes y el techo blancos. El hogar de azulejos blancos, que calienta dos cuartos, con una puertecita y un tubo, como también otra puertecita para limpiar el hollín, dos puertas simples como la primera, una al segundo cuarto de atrás, la tercera para el tercer recibidor. El segundo cuarto con una ventana como los otros, suelo pulido, paredes y el techo blancos, tiene la puerta para la cocina como los otros, en la cocina una ventana como la primera descrita, el suelo de color ladrillo, paredes y el techo blancos. La fogata con kappa (techo encima de la fogata y el tronco), al lado de la fogata una pequeña despensa a la que la puerta es medida con las bisagras con una cerradura sin manija con llave, más adelante la puerta de la cocina para el segundo recibidor simple con las bisagras en forma de «S» con cerradura y manijas con llave, en el tercer pasillo el cuarto que antes era de don Kamieński, a la izquierda de la parte frontal una puerta simple medida con ganchos con bisagras en forma de «S» con cerradura y manija y llave para el cuarto con una ventana en frente, con cuatro grandes vidrios en sztychak con las bisagras, dos szufrygiel dentro con forejba dos szturmhak para poner las kwatera. El suelo pulido, las paredes y el techo blancos. El hogar de azulejos con puertecita y tubo, aparte de eso puertecita de metal para limpiar el hollín, luego dos puertas con metal como la primera descrita, que, sin embargo, por atrás está tapiada, así que ese cuarto no tiene ninguna comunicación. La puerta y la ventana están pintados con la pintura al óleo.
Como se sabe, en el piso de los Chopin la vida musical florecía y con frecuencia, después de la lectura de los famosos en aquel entonces Cantos históricos de Julian Ursyn Niemcewicz Fryderyk «los pintaba» con la música. Sabemos con toda seguridad que ya la primera edición de dicha obra, publicada en 1816, se encontraba en la biblioteca de los Chopin, ya que el padre de Fryderyk era de las personas que tenían subscripción de ellos. Los cuentos sobre tales tardes-noches patrióticas en la casa de los Chopin inspiraron al pintor británico Andrew Carrick Gow quien en 1879 pintó el cuadro El cuento musical de Chopin. Mientras que pequeño Fryderyk toca el piano, su padre, sentado bajo la ventana con un libro en la mano, está prestando atención al son de la música. Alrededor de los pianistas están parados o sentados los chicos escuchando con atención: vecinos y residentes. Uno de ellos, Marylski, así escribió sobre como tocaba Fryderyk en las tardes-noches: «Al anochecer, teniendo ratos libres de estudiar, nos contábamos eventos de la historia polaca, tales como la muerte de Warneńczyk, Żółkiewski, las batallas combatidas por nuestros líderes y todo eso el Chopin joven tocaba en el piano. No una vez lloramos con esa música». Quién pidió el cuadro y le proporcionó al pintor la información sobre las veladas musicales en la casa de Chopin, no se ha podido determinar aún.
El tocar la música descrito por Marylski en el contexto de la lectura de los libros que hacían referencia a la historia polaca y su antigua grandeza nacía de un patriotismo profundo que Chopin cultivaba hasta su muerte. Y aunque no escribió ninguna ópera sobre ninguno de los reyes polacos, de lo que se intentó convencerlo firmemente, estando en Viena, camino a París, en dos ocasiones recordó el hecho de que Viena fue salvada por el ejército polaco bajo el mando del rey Jan III Sobieski en 1683; recordó también al rey Stefan Batory y el retrato de Tadeusz Kościuszko siempre estuvo presente en sus pisos en París.
En la Historia de mi vida así escribió George Sand sobre la relación de Chopin hacia Polonia: «Pudiendo regresar a Polonia, teniendo la certeza que lo iban a tolerar allí, prefirió extrañar diez años su familia, a la que adoraba, a tener que soportar la imagen de la patria cambiada y herida». Sobre cómo Chopin estaba esperando la Polonia libre testifica la carta a Julian Fontana de 4 de abril de 1848 cuando estaba empezando la Primavera de los Pueblos: «Se están juntando los nuestros en Poznań. Czartoryski se fue primero para allá, pero Dios sabe cómo irá todo eso para que Polonia vuelva a ser, […] no pasará sin cosas horrorosas, pero al final de eso está Polonia, excelente, grande, en una palabra: Polonia».
.Chopin no llegó a ver el renacimiento de Polonia, pero contribuyó mucho en que se mantuviera la memoria de ella, y después, gracias a numerosos conciertos de Ignacy Jan Paderewski en América, sus composiciones participaron en la creación de la independencia.
Jerzy Miziołek