Un año polaco largo 1939
El ataque de la Alemania nazi a Polonia el 1 de septiembre de 1939 y la subsiguiente agresión soviética, el 17 de septiembre, significaron para Polonia el segundo apocalipsis. Polonia no pudo sola ganar a los dos ejércitos más poderosos del mundo – escribe Mateusz MORAWIECKI
.La Segunda Guerra Mundial probablemente habría terminado en unos pocos meses con la derrota de Hitler, si Francia e Inglaterra hubieran abierto el frente occidental en septiembre de 1939. La ventaja de las divisiones sobre el Reich fue enorme. Esta es la opinión de los propios generales de Hitler. El precio de esta omisión fue la caída de Francia en 1940, la creación de la Francia de Vichy y la batalla de Inglaterra.
Los soldados polacos no lucharon solamente en septiembre de 1939. Después de la caída de Polonia, el ejército polaco fue reconstruido en Occidente, al cual se unió el Segundo Cuerpo del General Anders formado por los exiliados polacos liberados de la esclavitud soviética en tierras inhumanas. Narvik, Tobruk, Montecassino, Arnhem, Falaise son solo algunos de los lugares marcados con la sangre de los héroes polacos. El Estado Secreto Polaco fue un fenómeno a escala mundial.
La inteligencia polaca, considerada la mejor inteligencia aliada, desempeñó un papel único en la derrota del Reich. Proporcionó a los británicos aproximadamente el 44% de toda la información reservada de la Europa continental. Los oficiales de inteligencia polacos fueron claves en la preparación del desembarco en África en 1943 y en Normandía en 1944. Fue la inteligencia polaca la que intentó despertar la conciencia del mundo para luchar contra el monstruoso crimen del Holocausto.
La experiencia histórica de Polonia en cuanto a la Segunda Guerra Mundial difiere de la experiencia de la Europa de Occidente. Las ocupaciones de Francia y Polonia fueron incomparables. Lo que sucedió entonces en París o en Burdeos no se parecía en nada al exterminio nazi de la nación polaca en el territorio del Gobierno General. 6 millones de ciudadanos polacos fueron asesinados, entre ellos 3 millones de origen judío, y el cambio de fronteras tuvo como consecuencia la destrucción de un estado multicultural y multiétnico. En particular, se centraron en exterminar la élite polaca, el Reich a través de la Intelligenzaktion y AB-Aktion (Ausserordentliche Befriedungsaktion) y los soviéticos a través de la masacre de Katyn de oficiales polacos.
Yalta tampoco fue una necesidad histórica, sino una decisión política de las grandes potencias. Roosevelt cedió a Stalin. Polonia pagó un precio terrible por defender el mundo occidental en 1939. Hubo muchas opciones para evitar el trágico destino de la posguerra de Polonia, incluida la invasión de los Aliados a los Balcanes propuesta por Churchill para adelantar los tanques soviéticos.
El estado polaco estaba siendo reconstruido por una sociedad devastada por la guerra que tuvo que enfrentarse a un nuevo totalitarismo. La cultura material polaca sufrió de una manera terrible. Polonia nunca recibió restauraciones por los crímenes del Reich. Después del saqueo de las obras de arte y su destrucción por parte de los nazis alemanes, llegó la reforma agrícola comunista que llevó a la caída de casas señoriales, castillos y palacios polacos.
Después de la Primera Guerra Mundial, las tierras polacas estaban entre las más devastadas de Europa y, después de la Segunda Guerra Mundial, los daños colaterales de Polonia también fueron de los más grandes. El año 1945 no fue un año de libertad, sino de una nueva esclavitud. Los soldados de la clandestinidad polaca atravesaron el infierno de la represión estalinista. No hay nada más simbólico que los escombros de Varsovia, la ciudad de los dos levantamientos, en el Gueto de Varsovia en 1943, y el levantamiento de Varsovia en 1944, en la que más tarde se abrieron las cámaras de tortura comunistas para los héroes de la libertad polaca y europea.
El año 1939 interrumpió el desarrollo de Polonia, en medio de un gran programa de industrialización y construcción de un estado moderno. Justo después del renacimiento de Polonia en 1918, se adoptó un conjunto excepcionalmente moderno de derechos electorales y sociales. Polonia estaba en el camino de la convergencia económica con Occidente después de 123 años de anexión. La Europa de la posguerra experimentó un momento increíble de prosperidad. Si no fuera por Yalta, Polonia estaría al nivel occidental de desarrollo.
Los desequilibrios económicos entre Occidente y Oriente en la Europa de hoy son consecuencia del largo año de 1939. Polonia habría sido un país más fuerte no solo económicamente, sino también demográficamente, y nuestro papel en Europa habría sido mucho más importante.
El proyecto europeo siempre estaba incompleto sin la Europa Central y del Este, especialmente Polonia. Es el segundo pulmón de Europa, fuertemente arraigado en la tradición del realismo tomista, es una condición necesaria para la política racional de la Unión Europea con respecto a la migración o al imperialismo ruso, como se confirmó en los últimos años.
Para Polonia, el largo año de 1939 no terminó el 8 de mayo de 1945, sino en 1989, cuando se derrumbó el sistema comunista. El comunismo llevó a Polonia en la década de los 80 a una crisis económica total, aumentando de forma significativa la brecha de desarrollo entre Polonia y el mundo occidental.
La sociedad polaca, gracias al enorme apoyo espiritual de Juan Pablo II en la década de los 80, creó en el bloque oriental un movimiento sindical independiente polaco, “Solidarność” (en español, Solidaridad), que fue de facto el movimiento de resistencia pacífica y democrática al comunismo.
Sabemos hoy que las democracias que funcionan bien, ofreciendo prosperidad a todos, son las mejores salvaguardas de la paz en el mundo y la sostenibilidad del orden democrático mundial. No habría Adolf Hitler sin el Canciller Brüning, quien aplicó una política deflacionaria en la Alemania de Weimar con el patrón oro, lo que llevó a una catástrofe económica completa y a la victoria del NSDAP. El dogmatismo económico puede ser mortal para la democracia.
.El largo año polaco de 1939 terminó hace solo 30 años. Hoy en día, Polonia es un líder mundial en crecimiento económico y una de las mejores pruebas del éxito de la ampliación de la OTAN y de la Unión Europea. Polonia demuestra que es posible combinar la solidaridad social con la construcción de una economía competitiva e innovadora, gracias a la creación de un moderno sistema fiscal adaptado a los desafíos del siglo XXI.
La historia polaca del siglo XX es la historia de la victoria del amor polaco por la libertad y de la democracia sobre los imperios agresivos y sobre dos totalitarismos criminales. La tradición republicana libertaria de Polonia venció al mal en el siglo XX. Polonia será, para siempre, el guardián de la historia del siglo XX. Recordar también es un compromiso.
Mateusz Morawiecki