Junichi TADA: El panorama de Chopin en Varsovia. Recuerdos del XIX Festival Internacional de Música “Chopin y su Europa”

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Junichi TADA

Musicólogo, publicista y profesor de piano japonés. Autor de la primera biografía japonesa de Frédéric Chopin, publicada en 2023.

Ryc.: Fabien Clairefond

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.Desde el XVI Concurso Chopin, celebrado en 2010 con motivo del bicentenario del nacimiento de Chopin, cada vez con más frecuencia pueden escucharse interpretaciones individuales de las obras de este compositor, el estilo de las cuales está cambiando gradualmente. Esto se hizo especialmente evidente tras el I Concurso Internacional Chopin para Instrumentos Históricos de 2018 y el XVIII Concurso Chopin de 2021. Decidí analizar la forma de tocar de los ganadores del XVIII Concurso Chopin después de la competición. Por supuesto, asisto a sus conciertos en Japón, pero me resultaría más sencillo comparar sus actuaciones si pudiera escucharlas todas en intervalos cortos de tiempo.

El Festival Internacional de Música “Chopin y su Europa” se celebra todos los años en agosto. La XVIII edición se celebró en 2022, Año del Romanticismo Polaco. Durante este festival, todos los laureados del XVIII Concurso Chopin —eran ocho en total— tuvieron la oportunidad de dar recitales. A continuación se entrevistó a cinco de ellos. En todas las entrevistas se formulaba la siguiente pregunta: “¿Te gustaría incorporar a tu actuación elementos de la improvisación aparecida en el I Concurso Internacional Chopin para Instrumentos Históricos de 2018?”.

Leonora Armellini, ganadora del quinto premio del XVIII Concurso Chopin, interpretó en el festival cuatro baladas de Chopin, así como obras de Debussy y Schumann. Comentando su interpretación en el Concurso Chopin del Vals en la bemol mayor, op. 34 n.º 1, Armellini declaraba: “Era consciente de que mi actuación había sido fantástica”. Cuando se le preguntó sobre la improvisación durante el festival “Chopin y su Europa”, respondió: “En efecto, pensaba añadir algunas notas de improvisación a las baladas. Me gustaría intentarlo la próxima vez”. También está interesada en tocar instrumentos de época; hace unos años compró un Erard de 1844.

El ganador del tercer premio del XVIII Concurso Chopin, Martín García García interpretó el Vals en mi menor (WN 29), el Vals en do sostenido menor, op. 64 n.º 2, tres valses op. 34 y Sonata en si menor op. 58 con las obras de J.S. Bach y Liszt. Introdujo algunos cambios en las partes repetitivas de las obras de Chopin, por ejemplo añadiendo ornamentos. A la pregunta sobre la improvisación, respondió: “Creo que sería completamente natural incluir la improvisación en las obras de Chopin, que al fin y al cabo son música de salón. En mi opinión, esto no debería depender de si se tocan estas piezas con un instrumento moderno o histórico”.

El ganador del segundo premio del XVIII Concurso Chopin, Alexander Gadjiev interpretó los preludios op. 45, Polonesa-fantasía op. 61, Sonata en si bemol menor op. 35 y la Fantasía en do mayor op. 17 de Schumann; su interpretación se caracterizó por la belleza del sonido, un flujo musical naturalmente ondulante y un alto nivel interpretativo. En cuanto a la improvisación, declaró: “Me gustaría añadir improvisaciones a las obras de Chopin. En el Hamarikyu Asahi Hall de Tokio, en septiembre del año pasado, toqué una improvisación como bis, y en un concierto en Italia, hace dos semanas, añadí una improvisación entre una fantasía, una mazurca y una sonata”.

Durante los conciertos de los pianistas japoneses, había muchos japoneses entre el público. El ganador del segundo premio ex aequo, Kyohei Sorita, actuó el 21 de agosto (2023), y la ganadora del cuarto premio, Aimi Kobayashi, al día siguiente. Las entradas para sus conciertos se agotaron rápidamente y eran difíciles de conseguir en Japón. Además, los japoneses residentes en Alemania, Reino Unido y otros países europeos también mostraron interés por sus actuaciones. La noticia de que Sorita y Kobayashi eran los primeros ganadores japoneses del Concurso Chopin desde 2005 aparecía a diario en las portadas de los periódicos japoneses, en la televisión y en Internet: la emoción recorrió todo Japón. Eslóganes como “Concurso Chopin”, “segundo puesto por primera vez en 51 años” y “Kyohei Sorita” despertaron la curiosidad incluso de aquellos que no eran aficionados a la música clásica.

Sorita interpretó el Preludio en do sostenido menor, op. 45 y la sonata op. 58 de Chopin con las obras de J.S. Bach y Brahms, y como bis interpretó Largo en mi bemol mayor “Boże, coś Polskę” y Polonesa en la bemol mayor, op. 53. Cuando se le preguntó por la improvisación, hizo una declaración bastante prudente: “Me gustaría intentar incluirla quizá dentro de diez años, cuando tenga un conocimiento completo y profundo de todas las obras de Chopin”.

Kobayashi eligió Preludios op. 28 de Chopin, que interpretó junto con obras de Schumann y Schubert. Atrajo la atención del público con una actuación en la que se mostró extremadamente concentrada. En cuanto a la improvisación, declaró: “Es bien sabido que Chopin nunca utilizaba dos veces la misma expresión. Me gustaría interpretar su música, centrándome en la dinámica y el fraseo más que en añadir notas y ornamentos”.

Era evidente que todos estos pianistas buscaban resaltar en sus interpretaciones la diversidad inherente a las obras de Chopin.

El ganador del XVIII Concurso Chopin, Bruce (Xiaoyu) Liu, interpretó en el festival Variaciones en si bemol mayor sobre el tema Là ci darem la mano, de la ópera Don Giovanni de Mozart op. 2 de Chopin –en cada uno de los tres conciertos–. Durante el primero, tocó el piano contemporáneo, y durante el segundo, interpretó en Erard una versión para concierto de esta pieza con la Orquesta del Siglo XVIII. El último día interpretó II Concierto para piano en fa menor op. 21 con la Royal Philharmonic Orchestra, seguido de un bis. Al principio interpretó el tema solo, poco después de su finalización subió al escenario el director Vasily Petrenko y el público escuchó la versión para concierto, lo que fue toda una sorpresa.

El XIX Festival Internacional “Chopin y su Europa”

.Tras vivir un emocionante período de descubrimiento e inspiración en el festival de 2022, este año he vuelto de nuevo al evento. Hace un año me pidieron que escribiera una reseña del festival para la revista mensual “Chopin”. Esta vez, me han encargado textos más revistas, entre ellas “Musica Nova” y la revista en línea “Bravo”. El hecho de que el festival sea seguido por las revistas mencionadas refleja el interés de los japoneses por la obra de Chopin. La XIX edición se celebró bajo el lema “No será la primera vez” y anunciaba la XX edición de aniversario, que tendrá lugar en 2024.

En 2023, algunos participantes cancelaron actuaciones o fueron sustituidos por motivos de salud. El tercer día del festival, Kevin Chen actuó como sustituto. Justo antes del festival “Chopin y su Europa”, interpretó Estudios op. 10 en el 78.o Festival Internacional Chopin de Duszniki-Zdrój, donde su perfecta técnica fue muy elogiada. Sin embargo, para el festival de Varsovia eligió Estudios op. 25. Justificaba esta decisión de la siguiente manera: “Elegí opus 25 porque el evento fue retransmitido por la misma compañía de radio y el mismo canal de YouTube, así que no me pareció apropiado repetir opus 10”. Aunque se le ofreció la oportunidad de actuar en el festival solo una semana antes, su capacidad de adaptación es excelente. Desde el comienzo de la primera obra, fue capaz de entrar en su propio mundo y atraer la atención del público hacia él. Sus interpretaciones no son intuitivas, sino que llevan la marca de una meditada reflexión sobre el significado de las notas, la articulación y el fraseo.

En el festival “Chopin y su Europa”, el  II Concierto para piano en fa menor op. 21 de Chopin fue interpretado por tres pianistas, cada uno en una forma y versión diferentes. El primero de ellos fue Ivo Pogorelich con la Orquesta de Cámara de Basilea, que tocó de la forma convencional: piano contemporáneo y orquesta. La interpretación de Pogorelich es muy convincente y enérgica. El concertino y también director era Hugo Ticciati, y aunque los cambios de tempo de Pogorelich eran bastante sutiles, Ticciati interrumpía a veces su interpretación al violín para concentrarse en la dirección. El público respondió con aplausos a esta innovadora interpretación del original pianista, que sigue deslumbrando con sus actuaciones.

Además, el festival contó con el estreno del Concierto para piano en fa menor op. 21 con arreglos para guitarra y orquesta. Mateusz Kowalski tocaba la guitarra. Durante el preludio y el tutti, la orquesta tocó a un nivel de volumen casi estándar, pero durante el solo de guitarra, el volumen de la orquesta se redujo considerablemente. El público escuchaba el sonido de la guitarra en un silencio casi absoluto. Fue un momento importante que marcó el comienzo de un nuevo capítulo en la historia del Concierto para piano en fa menor.

Tomasz Ritter, ganador del I Concurso Internacional Chopin para Instrumentos Históricos, ofreció con éxito su recital y también actuó en lugar de otros músicos. Interpretó una versión de cámara del Concierto para piano en fa menor op. 21 con cuarteto, tocando un Pleyel de 1848. Según explicaba, antes de interpretar las obras de Chopin, no solo lee todos los comentarios de las ediciones urtext, sino que también utiliza las versiones autógrafas y de primeras ediciones y la página web “The Online Chopin Variorum Edition (OCVE)”. Al recurrir a estas fuentes, Ritter ha desarrollado una interesante expresión. Declaraba: “Lo más importante es sentir de verdad que quieres tocar de una determinada manera y no hacerlo, a toda costa, de forma diferente cada vez”.

La XIX edición del festival “Chopin y su Europa” despertó un enorme interés en el público japonés. Cinco ganadores del Concurso Chopin actuaron durante los dos días de concierto. En primer lugar, sus ganadores Dang Thai Son y Bruce (Xiaoyu) Liu interpretaron juntos el X Concierto para piano en mi bemol mayor de Mozart para dos pianos, seguidos de Lukas Geniušas, que interpretó el conciertopara piano de Haydn. Al día siguiente, los alumnos de Dang, Kate Liu y Eric Lu interpretaron el X Concierto para piano en mi bemol mayor para dos pianos, y Dang interpretó el XII Concierto para piano de Mozart El festival de Varsovia permitió realizar programas que no hubieran podido representarse en otros lugares.

Cinco años después de que Naruhiko Kawaguchi ganara el segundo premio del I Concurso Internacional Chopin para Instrumentos Históricos en 2018, la siguiente edición de este certamen despertó mucho interés en Japón. De los 84 participantes en el concurso, 23 eran japoneses, una cifra que superaban incluso a la de los 15 candidatos de Polonia.

Tres factores principales contribuyeron a que hubiera una participación tan elevada de pianistas japoneses. En primer lugar, el canal NHK BS1 emitió el programa Chopin. Viajeros en el tiempo: el primer concurso internacional con instrumentosantiguos, que tuvo una muy buena acogida. En segundo lugar, tras ganar el concurso, Kawaguchi organizó numerosos conciertos con pianos de época, contribuyendo a popularizar estos instrumentos en Japón. En tercer lugar, antes incluso de que Kawaguchi ganara el premio, su profesora Kikuko Ogura se dedicaba sin cesar a promocionar de cara al público la música interpretada de esta forma, dando conciertos con instrumentos históricos y publicando grabaciones. Es más, desde 2018 la Academia de Piano SACLA, fundada por Ogura, ofrece estudios con instrumentos de época.

El II Concurso Internacional Chopin para Instrumentos Históricos

.El II Concurso Internacional Chopin para Instrumentos Históricos comenzó con el anuncio sorpresa, el día anterior, de que Martha Argerich actuaría en el concierto inaugural junto a Tomasz Ritter y Bruce (Xiaoyu) Liu. El público pudo escuchar un concierto excepcional titulado “El milagro de Varsovia”. Sin embargo, ningún japonés (incluido yo) esperaba la sorpresa que resultaron ser unos días más tarde los resultados de la primera etapa.

De los diez participantes japoneses, solo Saya Kamada superó esta fase. Sin embargo, dadas las puntuaciones anunciadas posteriormente por el jurado, es difícil no estar de acuerdo con este resultado. Los 15 participantes que superaron la primera etapa fueron los que recibieron un “sí” de cuatro de los nueve miembros del jurado. Otros seis participantes, entre ellos cuatro japoneses —Satoshi Iijima, Yuya Nishimoto, Shun Oi y Mana Shoji— recibieron un “sí” de tres miembros del jurado. En mi opinión, la primera etapa fue la más difícil de evaluar. En ella participaron pianistas que siguieron distintos caminos: los que tocaban instrumentos antiguos, los que tocaban instrumentos modernos y antiguos, y los pianistas que solo tocaban instrumentos modernos.

Que los miembros del jurado tendrían opiniones diferentes sobre la forma de interpretar los diez últimos compases de la Fantasía en re menor (KV 397) de Mozart, así como sobre los límites permisibles de la improvisación y el arreglo de la polonesa de Kurpiński y de obras de otros compositores polacos, era algo que se podía prever incluso antes del concurso. No hay que olvidar que durante los Concursos Chopin, los participantes japoneses no alcanzaron ningún premio en dos ediciones consecutivas: la XVI en 2010 y la XVII en 2015. En cambio, en la XVIII edición de 2021, dos japoneses ganaron el segundo y el cuarto premio. Es probable que en el III Concurso Internacional Chopin de Instrumentos Históricos participen muchos pianistas japoneses.

Tanto en la primera como en la segunda etapa, los participantes añadieron preludios improvisados a las obras de Chopin y modificaron y añadieron ornamentos. Escuché con gran interés las improvisaciones, que solían ser bellas y a veces extremadamente creativas. El hecho de que los estilos de interpretación de la época de Chopin considerados por cada participante se mostraron con instrumentos de la época del compositor tiene una gran importancia.  Este concurso, en el que los pianistas tocan con instrumentos históricos, les permite mostrar expresiones que los pianistas que tocan exclusivamente con pianos contemporáneos no habrían considerado posibles.

Al final, el primer premio fue para Eric Guo y el segundo para Piotr Pawlak, gracias a su actuación consecuente y uniforme desde la primera hasta la última etapa, así como a su enfoque académico de las obras de Chopin. En el segundo movimiento del I Concierto para piano en mi menor op. 11, que fue interpretado en la etapa final por Guo y Pawlak, ambos pianistas incluyeron en los compases 59 y 61 una variante que Chopin había escrito en la partitura de su alumno.

.La cuestión de cómo expresar la música de Chopin sigue abierta. El escenario principal de este debate es Varsovia, donde Chopin pasó su juventud. Descubrir a Chopin es un viaje continuo.

Junichi TADA

Material protegido por los derechos de autor. Queda prohibida su distribución salvo permiso explícito de la editorial. 03/06/2024